
Colombia busca diversificar sus exportaciones a China, más allá de los tradicionales petróleo y carbón, enfocándose ahora en el sector agropecuario. La posible adhesión de Colombia a la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda podría potenciar las ventas de productos como el café, flores, frutas y productos avícolas.
Sin embargo, los gremios reconocen que penetrar el mercado chino presenta desafíos significativos. Es crucial invertir en la promoción y el posicionamiento de marca, entender al consumidor chino, mejorar la infraestructura logística y la transformación industrial, y fortalecer la colaboración público-privada.
A pesar de estos retos, el café colombiano ha logrado un notable avance. La Federación Nacional de Cafeteros ha impulsado una estrategia que ha cuadriplicado las exportaciones de café a China en los últimos dos años. Germán Bahamón, gerente de la Federación, enfatiza la oportunidad, pero también la necesidad de prudencia y de desarrollar la demanda con un producto de calidad.
Por otro lado, la exportación de frutas, como el aguacate Hass, se ha estancado debido a problemas logísticos y falta de promoción, a pesar de contar con permiso sanitario. Los exportadores de frutas deben repensar sus estrategias, buscando productos con valor agregado que se adapten a los gustos chinos.
El sector avícola también ve una oportunidad en China, especialmente en subproductos como las garras, puntas de alas y crestas de pollo, que tienen poca demanda en Colombia, pero son apreciados por los consumidores chinos.
En resumen, el éxito de las exportaciones agropecuarias colombianas a China dependerá de la capacidad del país para fortalecer sus normas sanitarias, mejorar la logística y establecer una estrategia coordinada entre el sector público y privado. China representa una oportunidad a largo plazo para el sector agropecuario, que es clave para el crecimiento económico de Colombia.